Permítame que te pida perdón.
Estos meses atrás han sido meses difíciles en cuanto al trading. No hablo de pérdidas, sino de batiburrillo en la cabeza. Un buen día, y como dejé plasmado en este blog, quise hacer punto y a aparte en mi operativa, ser más valiente y analizar cada operativa que lanzo. No quería que un sistema aprendido me dijese que aquí hay que meter cortos y allá largos con un stop loss de 20 puntos.
Esa decisión era muy fácil de tomar, pero muy difícil de encontrar conocimientos válidos para mi operativa. Desde ese momento empecé a buscar libros con buenas referencias, traders que analizaban el mercado por Youtube enseñando una metodología que no estaba basada en A o en B, sino que te enseñaban a pensar por ti mismo. Pero no encontré nada que hiciese ese click en mi cabeza y me ilusionase por aprender.
Todo ésto quedó en nada. La Universidad me requería estudiar y el deporte me exigía entrenar, porque aunque sea mi hobby, me lo tomo como una forma de vida. Una forma de vida en la que quiero introducir el trading y en la que diariamente tenga como rutina mirar y analizar el mercado, más allá de si lanzo o no operativa, más allá de si me saltan o no los stop loss.
Permítame que te pida perdón, trading. Quizás una mala organización, quizás la falta de motivación para empezar de cero, o quizás no lo sepa, pero algo ha salido mal.
Prometo tomar cartas en el asunto y en unas semanas empezar de nuevo. Estoy en un momento en el que ya no sé ni dar dos pedaladas sin caerme de la bici, por lo que será duro el arrancar y coger impulso. Hay que tirar de psicología y de constancia para volver a ilusionarme por el trading.
Fdo. Un ex-trader desilusionado